martes, 1 de abril de 2014

DOMINGO 6.04.14 LES YEUX DE LA TÊTE + MAMUT



SIEMPRE CIEGO SIEMPRE A TOPE
OJALA ESTË MI BICI (#138)
te volteará los ojos
ESTE o ESE Domingo 6 de Abril de 2014, a las 19:27h 
en el Kasal de Roquetes con

LES YEUX DE LA TÊTE (Caen, Fr)
Aunque la referencia al hablar de un trio compuesto por un bajo áspero, un saxo gordísmo y un batería sincopático sea inevitablemente Zu, estos tres terroristas del jazz apunqarrado no son unos meros imitadores de los engrandecidos italianos; tienen sus propios modos, maneras, humores y formas de aproximarse al ruidazo, de destrozar las melodías y los tiempos y de crear atmósferas de una opresión intensa y paradójicamente liberadora. Atiendan al nivelazo de su sangrante directo y vengan a sudar con ellos, que en invierno siempre viene bien.

http://www.myspace.com/lesyeux2latete

MAMUT (barcelona, américa)
Llamandose como un animal grande, peludo, extinto y que solo se puede comer ultra-congelado, es de esperar que suenen primitivos, salvajes y peludos. Y digamoslo claro, viniendo de otras bandas como Radio Error también es de esperar que suenen psicodélicos, surferos y tronaos. El resultado de esta mezcla entre animales y surf es sabroso, ruidista, pleistocénico y tan digno de ver como observar al batman de los 60 tras lamer un sapo triposo junto a Félix Rodriguez de la Fuente surfeando alegremente sobre sendas morsas con un pedal Fuzz metido por el orto.

http://mamut.bandcamp.com/


CRÓNICO BILGRASKI + MESA CAMILLA + THOMAS HOUSE



Noche de viejos conocidos, a la par que ídolos terrenales, en el Casal de Joves de Roquetes. Abrieron fuego (y no es un decir) Bilgraski, dúo guitarra-batería cuyo six-strings-man, Carlos Sánchez, tuvo el honor de ser el técnico encargado de que todo sonara fetén en las dos jornadas conciertiles del quinto aniversario de la Bici. Poco tardó en evidenciarse que la presencia de su banda en el escenario no fue ni un capricho ni un mamoneo contraprestado del colectivo biker, pues la dupla desplegó un post-hardcore rockero tan inquieto y anguloso que convenció al instante. Inspiradas idas y venidas rítmicas, y dimes y diretes entre ambos instrumentos que, más que 'dialogar', estaban de parranda conjunta. De tan a gusto que se/nos encontraban/amos, habrían seguido tocando hasta las 23h si el personal de OEMB no hubiera realizado todos los aspavientos respetuosos posibles para hacerles ver que se habían pasado de tiempo.

Tras ellos, el regreso de Mesa Camilla dos años y medio después de encandilar a los que, entonces, estuvieron en Rocketeer (servidor, ay, me lo perdí) y decidieron meter la cabeza en sus loops guitarra-baterísticos ruidosos y obsesivos. En esta ocasión, volvieron a abrir una brecha sonora básica y decibélica, poderosa e hipnótica gracias a su textura abrasiva, su espíritu primario (esa crucial constancia tribal de Maria a las 'baquetas') y su habilidad para mantener o evolucionar (magistral el cambio de tono en decrescendo de la segunda canción)  la tensa dinámica de cada pieza. Javier vestía una camiseta de Star Trek, pero, tras disfrutarles en directo, uno pensaba más en la puerta intergalática (aunque, en realidad, nos llevaron al núcleo de la Tierra) de Stargate. Lástima que no vinieran a Barcelona con el vinilo de su primer álbum bajo el brazo (aún está 'en el horno'), para seguir el trance en casa.

El fin de función fue extraño. El guitarrista Thomas House (segunda visita a Barcelona en solitario, tras haberse dejado ver también como componente de Picore y un par de veces con Sweet Williams, siempre sobre 'rueda' de los de Roquetes) estaba haciéndonos disfrutar con su rock rasposo sostenido sobre no menos agrestes bases rítmicas pregrabadas, el cual pasaba de temas bulliciosos y directos a piezas detallistas, con rasgueos sutiles (incluso sacó a pasear un riff cortante en una de las canciones), pero, con aún casi veinte minutos de márgen para seguir tocando, terminó. Sería por una confusión linguística producida un cuarto de hora antes (le dijeron que disponía de fortyminutos más, y pudo entender fourteen)? Sería una reacción al parloteo de algunas personas (hacia el final de su penúltimo tema sostuvo una mirada desaprobadora hacia el 'gallinero' de la zona de la barra)? Sería, sencillamente, que el cuerpo no le pidió más? Quizás, pero los nuestros, que estaban muy a tono, se quedaron sin clímax.

Texto : Arnau Espinach